LA EDUCACIÓN DESDE NIÑOS

                                                    LA COTORRA

   Era un padre don Gil tan mentecato
Y en educar sus hijos fue tan nulo,
Que la negra impiedad ,el desacato,
Hallaban a sus ojos disímulo;
Siendo siempre su frase acostumbrada:
¡Pse! ¡cosas de la edad ! ¡Eso no es nada!

    Tántas veces soltó la frasecilla,
Que la aprendió a decir una Cotorra;
Aplicando también la tarabilla,
Que,apenas siente la infernal camorra
Que suscitan los chicos,la taimada
Entona con afán: ¡ Eso no es nada !

    Mas los niños se hicieron zagalones,
Y a su padre devoran a pesares,
Y cuando el infeliz sus aflicciones
Sin consuelo lamenta por millares,
Exectando a su prole malhadada
La Cotorra repite: ¡Eso no es nada !

    Ya de un hijo se encarga la justicia
Por no sé qué fraude o qué violencia;
Ya del otro,recibe la noticia
De que herido salió de una pendencia;
Y, al maldecir su suerte desastrada,
Cántale la Cotorra: ¡Eso no es nada !

    Pero, al cabo, ya es fuerza que se enoje
Y en sus hijos la cólera desfoga:
Mas uno,el más audaz,el padre coge,
Y entre sus manos,con furor  lo ahoga.
Y , al despedir el ánima angustiada,
La Cotorra le dijo: ¡Eso no es nada !

    ¡Ay! padres,madres,que en piedad y en orden
No educáis vuestros hijos: ¡ indolentes !                 
Cuando, al fin,en los vicios se desborden,
Serán vuestros verdugos inclementes;
Y caro pagaréis la inocentada
De decirles a todo: ¡ESO NO ES NADA!

Los hijos no educados en el santo temor de Dios son,
en su día, verdugos que castigan la indolencia de sus padres.
                                                                      
                                                           CAYETANO FERNÁNDEZ